Hasta siempre maestro
Fue una reunión fabulosa en julio de 2019, con motivo del 80 aniversario del exilio de los republicanos españoles. Pierre vino hasta nosotros para grabar nuestros rostros, escudriñarlos con ojos tiernos. Rostros de anónimos, de exiliados republicanos españoles, de sus descendientes, rostros que cuentan la Historia y su recorrido.
A través del objetivo de su cámara, Pierre expresa toda su humanidad. Su sensibilidad artística se puede leer en cada mirada, cada boca, cada arruga, cada mano.
Fue amor a primera vista entre él y nosotros. Hablamos el mismo idioma, amamos a los mismos humanos. Los que, sin juicios ni vanidades, están siempre dispuestos a tender una mano cálida.
Llegó al 33 de la rue des Vignoles de París, fue allí, en este lugar mágico para él e histórico para nosotros, donde inició su labor artística. A través del caleidoscopio perspicaz y preciso de su arte, inmortalizó nuestras vidas y nuestros recuerdos.
Su exposición se llama: La sangre no es agua.
Pero hoy podemos decir que La sangre es lagrima. Medimos su ausencia y cuánto lo extrañaremos, vestido con su tierna sonrisa y su amabilidad.
Esperamos que tengáis el placer de conocerlo a través de sus fotografías y su exposición. Esperamos que en su memoria, y para que su mirada y su generosidad perdure, esta exposición encuentre un lugar honorable en los caminos del exilio.
Mientras tanto, os ofrecemos el sonido de su voz en una grabación y estos momentos inmortalizados con él en el 33 de la rue des Vignoles y de nuevo en Madrid o Lieja. Lugares donde siempre hemos tenido el inmenso placer de encontrarnos.
Hasta siempre maestro, siempre permanecerás en nuestros corazones y continuaremos nuestro camino contigo a nuestro lado.